Nuestro centro educativo viene desarrollando Aprendizaje Servicio con diferentes entidades del barrio del Cabanyal y Malvarrosa desde el año 2011. Como centro educativo diocesano, estar al servicio de la comunidad es uno de nuestros principales valores identitarios.
La Red Española de Aprendizaje-Servicio define el APS como un método para unir el compromiso social con el aprendizaje de conocimientos, habilidades, actitudes y valores. Es decir, aprender a ser competentes siendo útiles a los demás.
El aprendizaje gana en calidad porque proporciona un servicio a la comunidad, que a su vez le da sentido al aprendizaje porque lo que se aprende se puede transferir a la realidad en forma de acción. Nos encontramos, pues, ante un ciclo virtuoso de acción y reflexión que persigue la formación de una ciudadanía reflexiva, capaz de pensar por cuenta propia y de aportar soluciones creativas.
En el año 2021 la Red Española de Aprendizaje-Servicio nos otorgó el Premio Nacional a la participación por nuestra experiencia de transformación de la Zona Santiago.
Este curso 2023-24 hemos inciado una nueva andadura de APS con la residencia Nuestra Señora del Carmen, de las Hermanas Hospitarias. Está ubicada en la calle Eugenia Viñes, junto a la playa, muy próxima a nuestro centro educativo. Nuestros alumnos y alumnas de 2º ESO del aula PAC (programa autorizado por la Conselleria de Educación) van a visitar semanalmente dicha residencia y poder compartir disitintas experiencias con las personas mayores que allí viven.
El pasado 25 de octubre de 2023 fue la primera visita y así nos la relatan.
«El alumnado de 2º de la ESO hemos comenzado a realizar nuestras actividades de Aprendizaje Servicio, colaborando con el centro sociosanitario Nuestra Señora del Carmen.
El primer día fuimos al salón de actos, donde nos informaron del funcionamiento del centro y nos enseñaron un vídeo del año 2021, en el cual pudimos ver todo lo que habían hecho ese año.
A continuación visitamos las instalaciones y nos contaron el origen del centro. Nos sorprendió saber que antes era un hospital para niñas pobres con problemas en los huesos. A las niñas las ponían en camas en la terraza para que les diera el sol y las personas que las cuidaban eran monjas. Con el paso del tiempo fue cambiando hasta convertirse en el centro que es hoy. Nos llamó la atención que una de las niñas que ingresó en ese hospital sigue allí, ya que ha vivido allí toda su vida.
Tenemos muchas ganas de empezar a realizar actividades con todas las personas que viven allí, porque seguro que aprendemos muchas cosas y pasamos muy buenos ratos».
Os seguiremos contando nuestra experiencia.